El diseño de una fachada no es solo una cuestión estética, sino también una oportunidad para definir la identidad de una vivienda y su relación con el entorno. En este proyecto, mi participación se centró en desarrollar una solución que equilibrara modernidad, funcionalidad y coherencia arquitectónica.

1. Problemática
El desafío principal en este proyecto fue lograr una fachada que combinara modernidad y funcionalidad sin perder armonía con el entorno. Se buscaba una solución estética que aportara identidad a la vivienda, equilibrando privacidad y conexión con el exterior, además de integrar de manera coherente los distintos volúmenes de la construcción.
2. Soluciones
Para abordar esta problemática, se optó por una composición volumétrica basada en contrastes de materiales y colores. La combinación de paneles oscuros con superficies blancas permitió definir las distintas secciones de la fachada, aportando dinamismo y profundidad. Además, la inclusión de aberturas estratégicamente ubicadas garantizó iluminación natural sin comprometer la privacidad. El diseño del acceso y la cochera se resolvió con líneas limpias y elementos integrados, asegurando funcionalidad y estética en un mismo gesto arquitectónico.
3. Resultado
El resultado es una fachada contemporánea, elegante y bien equilibrada, que refleja modernidad sin perder calidez. La interacción entre materiales y volúmenes genera una identidad única para la vivienda, logrando un diseño atemporal que se adapta tanto a las necesidades del usuario como al contexto en el que se inserta.

